Cuando se habla de donar órganos, el primer pensamiento en nuestra mente es el de la muerte, y generalmente pensamos que es un proceso sencillo: dejamos de respirar, morimos, y los médicos dispondrán de nuestros órganos; pero no es algo tan sencillo, se deben considerar desde el tipo de muerte de la que se trata, hasta nuestra condición física, aun cuando ya no estemos en este mundo.
En entrevista con El Punto Crítico, el director de Planeación, Enseñanza y Coordinación Nacional de Trasplantes del Cenatra, Omar Sánchez Ramírez, explicó que con el desarrollo de la medicina, la muerte de una persona se puede reconocer de dos maneras distintas.
Por un lado está lo que se conoce como muerte por paro cardiorrespiratorio. Es lo que podríamos llamar “muerte tradicional” la cual está desde que el hombre existe. Hay un paro del corazón y esto afecta de inmediato a los pulmones y con ello la oxigenación, el corazón deja de bombear sangre y en un lapso no mayor de 3 minutos la persona muere. “En estos casos se podrían obtener como donación para trasplante los siguientes tejidos: córneas, huesos, piel, válvulas cardiacas. Como se puede ver, en el caso de la muerte por paro cardiaco no se puede obtener ningún órgano”, puntualizó el especialista.
Existe otra manera de reconocer la muerte, agregó: “Estamos hablando de la muerte encefálica o mal llamada muerte cerebral. Esta manera de reconocer la muerte se basa en criterios neurológicas. Se presenta normalmente cuando existe una lesión traumática que es de tal importancia que destruye de una manera completa e irreversible el cerebro en su conjunto. Los casos más comunes son los accidentes en automóvil, en los cuales la cabeza sufre un golpe muy fuerte. También cuando alguien cae desde una altura determinada o simplemente a nivel del suelo, además se agregan los golpes contusos con algún instrumento o arma. “En fin, cualquier agente traumático que sea capaz de lesionar el contenido del cráneo y que destruya de una manera completa e irreversible el cerebro y sus estructuras que se encuentran en la base del mismo (tallo cerebral)”.
Pero la muerte encefálica no se presenta únicamente como resultado de un traumatismo, puntualizó, puede ser por otras causas como, por ejemplo, la ruptura de algún vaso sanguíneo intracerebral, en esos casos se produce una hemorragia que va a tener consecuencias letales.
El especialista del Cenatra refirió que también la obstrucción de los mismos vasos puede conducir a la misma causa, “y así existen otros varias agentes que pueden producir la muerte encefálica. De todo esto, sin embargo lo que importa tener en mente es que la muerte encefálica se caracteriza porque aun cuando el cerebro y el tallo cerebral se encuentren lesionados total e irreversiblemente, el corazón va a seguir funcionando durante algún tiempo. Esta situación es siempre indefinida, no se sabe cuánto tiempo durará el corazón latiendo sin contar con el control del cerebro. Pueden ser algunas horas y en algunas ocasiones son días. No obstante, es importante precisar que ante este escenario, la ley y la medicina consideran que en estas circunstancias la persona ha fallecido”.
Es en estos casos, enfatizó el doctor Sánchez Ramírez, cuando podemos hablar del donador de órganos ideal, aquel que tiene muerte encefálica y que tiene la ventaja de que todos sus órganos están recibiendo un aporte de sangre y por tanto oxígeno. De este tipo de donador se pueden obtener los siguientes órganos: corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas. En cuanto a tejidos son córneas, hueso, piel y válvulas cardiacas.
Yamel Viloria Tavera
En entrevista con El Punto Crítico, el director de Planeación, Enseñanza y Coordinación Nacional de Trasplantes del Cenatra, Omar Sánchez Ramírez, explicó que con el desarrollo de la medicina, la muerte de una persona se puede reconocer de dos maneras distintas.
Por un lado está lo que se conoce como muerte por paro cardiorrespiratorio. Es lo que podríamos llamar “muerte tradicional” la cual está desde que el hombre existe. Hay un paro del corazón y esto afecta de inmediato a los pulmones y con ello la oxigenación, el corazón deja de bombear sangre y en un lapso no mayor de 3 minutos la persona muere. “En estos casos se podrían obtener como donación para trasplante los siguientes tejidos: córneas, huesos, piel, válvulas cardiacas. Como se puede ver, en el caso de la muerte por paro cardiaco no se puede obtener ningún órgano”, puntualizó el especialista.
Existe otra manera de reconocer la muerte, agregó: “Estamos hablando de la muerte encefálica o mal llamada muerte cerebral. Esta manera de reconocer la muerte se basa en criterios neurológicas. Se presenta normalmente cuando existe una lesión traumática que es de tal importancia que destruye de una manera completa e irreversible el cerebro en su conjunto. Los casos más comunes son los accidentes en automóvil, en los cuales la cabeza sufre un golpe muy fuerte. También cuando alguien cae desde una altura determinada o simplemente a nivel del suelo, además se agregan los golpes contusos con algún instrumento o arma. “En fin, cualquier agente traumático que sea capaz de lesionar el contenido del cráneo y que destruya de una manera completa e irreversible el cerebro y sus estructuras que se encuentran en la base del mismo (tallo cerebral)”.
Pero la muerte encefálica no se presenta únicamente como resultado de un traumatismo, puntualizó, puede ser por otras causas como, por ejemplo, la ruptura de algún vaso sanguíneo intracerebral, en esos casos se produce una hemorragia que va a tener consecuencias letales.
El especialista del Cenatra refirió que también la obstrucción de los mismos vasos puede conducir a la misma causa, “y así existen otros varias agentes que pueden producir la muerte encefálica. De todo esto, sin embargo lo que importa tener en mente es que la muerte encefálica se caracteriza porque aun cuando el cerebro y el tallo cerebral se encuentren lesionados total e irreversiblemente, el corazón va a seguir funcionando durante algún tiempo. Esta situación es siempre indefinida, no se sabe cuánto tiempo durará el corazón latiendo sin contar con el control del cerebro. Pueden ser algunas horas y en algunas ocasiones son días. No obstante, es importante precisar que ante este escenario, la ley y la medicina consideran que en estas circunstancias la persona ha fallecido”.
Es en estos casos, enfatizó el doctor Sánchez Ramírez, cuando podemos hablar del donador de órganos ideal, aquel que tiene muerte encefálica y que tiene la ventaja de que todos sus órganos están recibiendo un aporte de sangre y por tanto oxígeno. De este tipo de donador se pueden obtener los siguientes órganos: corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas. En cuanto a tejidos son córneas, hueso, piel y válvulas cardiacas.
Yamel Viloria Tavera
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