Donantes, trasplantados, familias de enfermos y aquéllos que hacen posible la evolución de las técnicas del trasplante están de celebración. Y es que el día 6 de junio es una fecha importante para los enfermos que necesitan un trasplante de órgano, ya que coinciden dos fechas que conmemoran todo el proceso interventivo que permite, en numerosos casos, salvar muchas vidas: el día Mundial del Donante y el día Mundial de los Trasplantados.
Además, las buenas cifras acompañan en este día en el que, paradójicamente, se unen las celebraciones en favor de quienes donan y quienes son trasplantados. Según la Federación Española de Corazón, el 90% de las personas que reciben un corazón lo acepta correctamente y pueden llevar una vida normal, tras superar los factores de riesgo.
La esperanza de vida de quienes se someten a una operación de trasplante de corazón suele ser de unos doce años tras la misma, aunque cada vez esa cifra es mayor ya que, además, en el cálculo suele tenerse en cuenta a las personas que pueden fallecer en cualquier momento debido a un rechazo del órgano.
De esta forma, las personas trasplantadas tienen, en la mayoría de los casos, una calidad de vida muy superior a otras que padecen enfermedades crónicas diversas. Las recomendaciones para los que tienen un nuevo corazón son claras: practicar deporte de forma regular, mantener un estilo de vida cardiosaludable, cuidar la alimentación, evitar hábitos nocivos como el tabaquismo y no exponerse con frecuencia directamente al sol.
Si se siguen estas pautas, y como se ha comprobado a lo largo de los últimos años, los trasplantes de corazón y también de otros órganos son de gran utilidad y mejoran la calidad del día a día de las personas que lo necesitan.
Todo ello es posible, sin duda, a los generosos donantes que deciden ayudar a los demás de una manera desinteresada y a los enormes que la ciencia y la medicina han realizado en los últimos años. Prueba de ello es el aumento de personas que donan sus órganos y del número de operaciones de este tipo que vivió España en 2011. Por ello,un donante supone siempre un rayo de esperanza.
Sem comentários:
Enviar um comentário