RESULTADOS
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El rechazo es el mayor temor de los médicos y los enfermos cuando se plantea la necesidad de un trasplante. Ese miedo puede verse pronto reducido, aunque no en todas las modalidades de injerto. Las operaciones hepáticas son el campo para el que expertos de La Fe investigan una técnica que permitirá prever qué órgano es el idóneo para el receptor. Quieren evitar el rechazo posterior a la intervención. Antes de que el enfermo llegue al quirófano ya conocerán si el hígado donado es apto para obtener el mejor resultado en el receptor.
Los investigadores calculan que en dos años dispondrán del medio que permitirá ese avance y que consiste en contar con biomarcadores que evaluarán el estado del hígado y cómo este funcionará cuando se trasplante al cuerpo de otra persona. Las pruebas que todo ello comportará, formarán parte de la actividad que se realiza a las puertas de quirófano en el momento de preparar una intervención. «La investigación, sin precedentes, emplea tecnología puntera y cuenta con 300 muestras desde 2007», apuntan desde el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS).
El equipo, investigadores y cirujanos adscritos al IIS La Fe, lo dirige el doctor Agustín Lahoz. Todos los miembros del grupo están convencidos de la importancia de dar con los patrones que permitan valorar la idoneidad de un órgano para su implante y así reducir los fracasos. Ahora es el cirujano quien valora si el injerto es o no apto para el trasplante y, «en caso de duda, solicita un estudio anatomopatológico del tejido que apoye su decisión. Disponer de un modelo que aporte información objetiva sobre la funcionalidad del órgano, a través de la determinación de su perfil metabonómico, sería de gran ayuda», explican desde el centro sanitario.
Aumentar las posibilidades de acierto permitirá también un mejor aprovechamiento de los órganos donados disponibles, puesto que al conocer las condiciones del hígado se podrá decidir que si no va a suponer un éxito para un paciente, quizás lo sea en otro Esta circunstancia es de vital importancia porque en estos momentos se descarta uno de cada cuatro órganos disponibles, mientras que «una evaluación exhaustiva de estos podría permitir su mejor aprovechamiento».
Otra circunstancia que los expertos han valorado es que el índice de mortalidad tras el trasplante se sitúa entre el 10 y el 15% y en gran parte se debe a disfunciones iniciales relacionadas con el órgano .
Los trasplantes hepáticos siempre han sido señal de éxito en La Fe, donde este campo de la actividad médica no ha dejado de avanzar como ahora vuelve a demostrar el equipo del doctor Lahoz. Entre los éxitos más recientes se encuentra que en mayo se superó el récord de trasplantes hepáticos en un mes con 18 intervenciones. Hasta esa fecha el máximo era de 16 operaciones.
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