Si
eres mujer y esperas un trasplante o acabas de ser trasplantada, seguro que
tienes un montón de dudas que revolotean dentro de tu cabeza. Es lo más normal
del mundo: un trasplante es una intervención delicada que cambia la vida por
completo. Cuestiones como si puedes quedarte embarazada o qué método
anticonceptivo es el más adecuado suelen ser algunas de las principales
preocupaciones de las mujeres trasplantadas. Aquí tratamos de arrojar algo de
luz sobre estos asuntos.
Lo primero que debes saber es que el ciclo menstrual suele regresar después de uno o dos meses tras el trasplante, así que no es algo por lo que debas preocuparte. Por eso mismo, si estás en edad fértil debes tener muy claras cuáles son las posibilidades de quedarte embarazada y los riesgos que esto entrañaría.
Lo normal es que si te acaban de realizar la intervención ya te hayan avisado de que no es recomendable que te quedes embarazada dentro del primer año. Esto se debe a que durante los primeros doce meses el riesgo de rechazo es mucho mayor y la terapia inmunosupresora es también más agresiva. Como lo más importante es tu salud y tú eres muy consciente de esto, no te quedará otra que esperar en el caso de que estés queriendo ser madre. Ojo, esto no quiere decir que no puedas quedarte embarazada. De hecho, cuando se realiza un trasplante a una mujer en edad fértil, uno de los parámetros de calidad de vida que más se tienen en cuenta es la maternidad. Por eso, ten claro que, siempre que se haya estabilizado la función de tu nuevo órgano y no se observen signos de rechazo, hipertensión o infección crónica, podrás planificar tu embarazo en coordinación con el equipo de trasplante. Solo es necesario un poquito de tiempo y paciencia.
¿Qué riesgos entraña el embarazo?
Seguro que ya lo sabes: la gran mayoría de los casos de mujeres trasplantadas se desarrollan con total normalidad y sin ningún tipo de complicación ni para la madre ni para el niño. Sin embargo, existen algunos riesgos a los que no podemos dar la espalda y que tenemos que tener en cuenta, ¿los conoces?
- Hipertensión. Las mujeres que han sido trasplantadas presentan un riesgo más elevado de sufrir hipertensión durante el embarazo. Esta hipertensión no controlada puede afectar a los nutrientes que recibe el feto, e incluso provocar un parto prematuro o una preeclampsia. Es bueno tenerlo en cuenta aunque debes saber que hoy en día existen fármacos antihipertensivos que pueden tomarse con total tranquilidad durante el embarazo.
- Riesgo de infección. Ya sabes que, como persona trasplantada, tienes mayor riesgo de sufrir infecciones. Además debes saber que durante el embarazo es bastante común padecer infecciones del tracto urinario.
- Riesgo de rechazo. Esto es algo que suele provocar mucho miedo. Por eso es importante que sepas que, si tu órgano está funcionando correctamente y no sufres hipertensión grave, el embarazo no afectará a la función del órgano.
- Riesgos para el bebé. Seguro que alguna vez has oído que uno de los mayores riesgos está relacionado con la terapia inmunosupresora, que puede ocasionar daños en el feto. Esto es cierto, aunque tampoco tienes que darle mayor importancia: el médico será el encargado de ajustar la dosis de la medicación o sustituir unos fármacos por otros para que tu tratamiento no afecte en absoluto al desarrollo del bebé.
El momento del parto
Has estado soñando con este momento durante meses y ¡por fin ha llegado! La elección entre un parto natural o una cesárea dependerá de tu estado de salud y de cómo se encuentre el niño, aunque por regla general se recomienda un parto natural a la mayoría de las mujeres trasplantadas. Y es que la cirugía que conlleva la cesárea puede ocasionar infecciones, infecciones que es mejor si evitamos. También es importante que sepas que…
- La lactancia materna está contraindicada debido al tratamiento inmunosupresor que tienes que tomar.
- Es fundamental monitorizar la función del órgano justo después del parto. La cuarentena es el periodo más delicado para sufrir un rechazo.
- El Servicio de Neonatología controlará al pequeñín durante unos días para asegurarse de que todo está en orden.
¿Qué anticonceptivos puedo usar?
Ésta es una cuestión a la que debes prestarle mucha atención, y es que el método anticonceptivo que uses puede influir mucho en tu estado de salud. Los dispositivos intrauterinos pueden ser causa de infección en cualquier mujer, así que mucho más aún en una mujer trasplantada. Por eso nosotros te desaconsejamos su uso. Si estás pensando en tomar la píldora, también te adelantamos que no es una buena idea: su uso puede afectar a la función hepática, renal, cardíaca o pulmonar. ¿Nuestra recomendación? Utiliza el diafragma, el preservativo o un espermicida. Cualquiera de estas tres opciones es mucho más saludable para tu organismo.
Ahora que ya sabes todo esto, puedes estar mucho más tranquila. Sabes que puedes quedarte embarazada, que hay anticonceptivos que son perfectamente adecuados para ti, que, en definitiva, no hay nada de lo que debas preocuparte, así que, ¡bienvenida a tu nueva vida!
En primera persona
No cabe duda: convivir con un trasplante y ser mujer no es algo sencillo. Hay algunas cosas que debes controlar y muchas otras que tienes que tener en cuenta en tu día a día, pero tampoco te lleves a engaños: tu vida puede ser completamente normal. Prueba de ello son los testimonios de Irene, Raquel y Teresa, tres mujeres que son un ejemplo de superación; tres personas que fueron trasplantadas justo cuando nadie creía que se salvarían, y que a día de hoy llevan la vida que siempre quisieron llevar. ¿Quieres leer su experiencia? No te pierdas entonces “5 historias de superación”.
FONTE
Lo primero que debes saber es que el ciclo menstrual suele regresar después de uno o dos meses tras el trasplante, así que no es algo por lo que debas preocuparte. Por eso mismo, si estás en edad fértil debes tener muy claras cuáles son las posibilidades de quedarte embarazada y los riesgos que esto entrañaría.
Lo normal es que si te acaban de realizar la intervención ya te hayan avisado de que no es recomendable que te quedes embarazada dentro del primer año. Esto se debe a que durante los primeros doce meses el riesgo de rechazo es mucho mayor y la terapia inmunosupresora es también más agresiva. Como lo más importante es tu salud y tú eres muy consciente de esto, no te quedará otra que esperar en el caso de que estés queriendo ser madre. Ojo, esto no quiere decir que no puedas quedarte embarazada. De hecho, cuando se realiza un trasplante a una mujer en edad fértil, uno de los parámetros de calidad de vida que más se tienen en cuenta es la maternidad. Por eso, ten claro que, siempre que se haya estabilizado la función de tu nuevo órgano y no se observen signos de rechazo, hipertensión o infección crónica, podrás planificar tu embarazo en coordinación con el equipo de trasplante. Solo es necesario un poquito de tiempo y paciencia.
¿Qué riesgos entraña el embarazo?
Seguro que ya lo sabes: la gran mayoría de los casos de mujeres trasplantadas se desarrollan con total normalidad y sin ningún tipo de complicación ni para la madre ni para el niño. Sin embargo, existen algunos riesgos a los que no podemos dar la espalda y que tenemos que tener en cuenta, ¿los conoces?
- Hipertensión. Las mujeres que han sido trasplantadas presentan un riesgo más elevado de sufrir hipertensión durante el embarazo. Esta hipertensión no controlada puede afectar a los nutrientes que recibe el feto, e incluso provocar un parto prematuro o una preeclampsia. Es bueno tenerlo en cuenta aunque debes saber que hoy en día existen fármacos antihipertensivos que pueden tomarse con total tranquilidad durante el embarazo.
- Riesgo de infección. Ya sabes que, como persona trasplantada, tienes mayor riesgo de sufrir infecciones. Además debes saber que durante el embarazo es bastante común padecer infecciones del tracto urinario.
- Riesgo de rechazo. Esto es algo que suele provocar mucho miedo. Por eso es importante que sepas que, si tu órgano está funcionando correctamente y no sufres hipertensión grave, el embarazo no afectará a la función del órgano.
- Riesgos para el bebé. Seguro que alguna vez has oído que uno de los mayores riesgos está relacionado con la terapia inmunosupresora, que puede ocasionar daños en el feto. Esto es cierto, aunque tampoco tienes que darle mayor importancia: el médico será el encargado de ajustar la dosis de la medicación o sustituir unos fármacos por otros para que tu tratamiento no afecte en absoluto al desarrollo del bebé.
El momento del parto
Has estado soñando con este momento durante meses y ¡por fin ha llegado! La elección entre un parto natural o una cesárea dependerá de tu estado de salud y de cómo se encuentre el niño, aunque por regla general se recomienda un parto natural a la mayoría de las mujeres trasplantadas. Y es que la cirugía que conlleva la cesárea puede ocasionar infecciones, infecciones que es mejor si evitamos. También es importante que sepas que…
- La lactancia materna está contraindicada debido al tratamiento inmunosupresor que tienes que tomar.
- Es fundamental monitorizar la función del órgano justo después del parto. La cuarentena es el periodo más delicado para sufrir un rechazo.
- El Servicio de Neonatología controlará al pequeñín durante unos días para asegurarse de que todo está en orden.
¿Qué anticonceptivos puedo usar?
Ésta es una cuestión a la que debes prestarle mucha atención, y es que el método anticonceptivo que uses puede influir mucho en tu estado de salud. Los dispositivos intrauterinos pueden ser causa de infección en cualquier mujer, así que mucho más aún en una mujer trasplantada. Por eso nosotros te desaconsejamos su uso. Si estás pensando en tomar la píldora, también te adelantamos que no es una buena idea: su uso puede afectar a la función hepática, renal, cardíaca o pulmonar. ¿Nuestra recomendación? Utiliza el diafragma, el preservativo o un espermicida. Cualquiera de estas tres opciones es mucho más saludable para tu organismo.
Ahora que ya sabes todo esto, puedes estar mucho más tranquila. Sabes que puedes quedarte embarazada, que hay anticonceptivos que son perfectamente adecuados para ti, que, en definitiva, no hay nada de lo que debas preocuparte, así que, ¡bienvenida a tu nueva vida!
En primera persona
No cabe duda: convivir con un trasplante y ser mujer no es algo sencillo. Hay algunas cosas que debes controlar y muchas otras que tienes que tener en cuenta en tu día a día, pero tampoco te lleves a engaños: tu vida puede ser completamente normal. Prueba de ello son los testimonios de Irene, Raquel y Teresa, tres mujeres que son un ejemplo de superación; tres personas que fueron trasplantadas justo cuando nadie creía que se salvarían, y que a día de hoy llevan la vida que siempre quisieron llevar. ¿Quieres leer su experiencia? No te pierdas entonces “5 historias de superación”.
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