Lo sabes de sobra: como persona trasplantada que eres, corres un mayor riesgo de padecer alguna enfermedad infecciosa y de que esta evolucione de forma más grave. Todo esto tiene que ver con la disminución de las defensas provocada a su vez por el tratamiento inmunosupresor que en tu caso ha sido prescrito para evitar el rechazo del nuevo órgano.
Una vez trasplantado, necesitas tomar diferentes medidas de prevención para evitar enfermedades infecciosas que en tu caso son potencialmente graves. ¿Cómo vas a protegerte? Pues para empezar recurriendo a las vacunas. Aunque tu médico será el encargado de explicarte cómo deben administrársete y cuándo, en este artículo hemos querido reunir alguna información al respecto que seguro que te ayuda a despejar ciertas dudas.
¿Cuándo debo vacunarme?
Una vez que se ha realizado el trasplante, la respuesta protectora a las vacunas es menor y además no es posible administrar gérmenes vivos atenuados (triple vírica, polio oral, varicela, fiebre amarilla…). Por esta razón, el mejor momento para actualizar el calendario de vacunaciones recomendado es antes de que se lleve a cabo la intervención. Lo ideal es hacerlo en el momento en el que se plantea la necesidad de recurrir al trasplante, cuando todavía el organismo conserva la capacidad de responder adecuadamente.
Sin embargo, la realidad es que no siempre es posible vacunar antes de recibir el trasplante. En ese caso, lo que se debe hacer es comenzar con la vacunación seis meses después de la intervención con las vacunas de la hepatitis B, Haemóphilus influenzae tipo b, meningococo, neumococo, tétanos-difteria y hepatitis A. Un año después, se administra la vacuna frente a la gripe (entre octubre y enero, según el calendario estacional).
¿Qué vacunas debo ponerme?
Las vacunas que se aconseja administrar antes del trasplante son:
- Vacuna de la Varicela. Aunque la mayoría de adultos han pasado la varicela, sí se vacunará a aquellas personas que no tienen antecedentes de esta enfermedad (esto se descubre mediante un simple análisis de sangre). Deben tomarse algunas precauciones a la hora de la vacunación: es importante evitar la medicación inmunosupresora dos semanas antes y 4-6 semanas después. Por lo general, se aplican dos dosis con un intervalo de 6-8 semanas entre ellas.
- Vacuna anteumocócica. Existen dos formatos: la vacuna de 23 polisacáridos y la conjugada. Dependiendo de cada caso, se administrará una u otra.
- Triple vírica. Las personas mayores de 30 años no inmunes frente al sarampión, la rubéola o la parotiditis deben ser vacunados como mínimo un mes antes del trasplante con solo una dosis. En los menores de 30 años se aplicarán dos dosis separadas por al menos un mes de intervalo.
- Gripe. Antes del trasplante y un año después del mismo, es recomendable que las personas trasplantadas se vacunen con vacunas de virus muertos fraccionados o de subunidades.
- Hepatitis A y B. La prevención mediante la inmunización está indicada en todas las personas trasplantadas, principalmente en aquellas con una enfermedad hepática que van a recibir un hígado nuevo y en aquellos que son portadores del virus de la hepatitis B o C.
- Haemóphilus influenzae tipo b. La vacunación frente al Hib se recomienda principalmente a personas con un trasplante pulmonar y en personas especialmente inmunodeprimidas. La administración de la vacuna debe hacerse en el momento en el que se incorpora al programa de trasplantes.
- Meningocócica C. Se recomienda administrar esta vacuna a personas no vacunadas menores de 20 años.
Y otras cosas que debes saber…
- En el caso de personas trasplantadas vacunadas antes del trasplante, las pautas de vacunación iniciadas se completarán tras la intervención, respetando, eso sí, el plazo de seis meses desde la fecha de la operación (un año en el caso de la vacuna antigripal).
- En los casos de personas no vacunadas antes del trasplante, la inmunización se llevará a cabo una vez que se haya reducido el tratamiento inmunosupresor y solo 6 meses después para las vacunas frente a la hepatitis B, Hib, meningococo, neumococo, tétanos y difteria y hepatits A, y un año para la vacuna frente a la gripe.
- Aunque las vacunas pueden ponerse en cualquier punto de vacunación, lo ideal es que en el caso de las personas trasplantadas, debido a las exigencias de su tratamiento, la vacunación se lleve a cabo en un centro especializado.
- Si se cumplen los requisitos que ya hemos mencionado en cuanto a tiempo, los efectos secundarios son los mismos que en personas no trasplantadas.
- No deben aplicarse vacunas de gérmenes atenuados (varicela, triple vírica) mientras se mantenga el tratamiento inmunosupresor.
FONTE AQUI
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