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Tras cualquier trasplante, uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la persona es la prevención y tratamiento de las infecciones, un riesgo que, como seguro que ya sabes, se ve aumentado por el uso de tratamientos inmunosupresores.
Entre todas las infecciones, el citomegalovirus (CMV) constituye la mayor amenaza viral tras la intervención. Se trata de un virus que pertenece a la familia de los Herpesviridae y en humanos es conocido como virus herpes tipi 5. Su nombre hace referencia al aumento de tamaño que se observa en las células infectadas y entre sus características principales encontramos su capacidad de persistir en la persona y su efecto citotóxico (es capaz de producir la muerte celular).
¿Cuáles son los factores de riesgo para contraerlo?
La transmisión de este virus se da de persona a persona y requiere contacto cercano y directo con los líquidos corporales de una persona infectada (saliva, sangre, orina, semen…). Además, también puede transmitirse a través de un órgano trasplantado y, como ya te avanzábamos, el riesgo de contraerlo se ve aumentado por ciertos factores asociados a esta intervención:
- El riesgo de padecer infección por citomegalovirus es mayor en los trasplantados de órganos sólidos que en otras personas que también presentan inmunosupresión. Esto se debe a que tanto el órgano trasplantado como las transfusiones sanguíneas son fuentes de transmisión del virus.
- No todos los trasplantados de órgano sólido tienen el mismo riesgo de desarrollar infección por citomegalovirus. El principal factor de riesgo es el trasplante de un receptor seropositivo a un receptor seronegativo.
- El tratamiento inmunosupresor se asocia con un aumento de la incidencia de infección viral por CMV. El uso de anticuerpos antilinfocíticos y el tratamiento con micofenolato mofetil se ha relacionado con un aumento de la incidencia de infección.
¿Qué implica la infección por citomegalovirus?
Por infección entendemos la presencia de anticuerpos anti-CMV en una persona que antes no los tenías (que era seronegativa). Esta puede dividirse en primaria y secundaria. Mientras que la infección primaria se define como la infección en una persona que antes no estaba infectada, la secundaria o reactivación hace referencia a la elevación de los títulos de Ac-CMV hasta en cuatro veces en personas que ya antes tenían el virus. En este último caso es frecuente que el virus se reactive por los tratamientos inmunosupresores.
¿Cómo se previene?
A nivel clínico, la prevención de infección por CMV en personas trasplantadas es algo que suele hacerse a través de varias estrategias:
- Profilaxis dirigida. Dependiendo de la serología (anticuerpos) del órgano trasplantado, la de la persona que lo recibe y el tratamiento inmunosupresor puede considerarse el uso de una profilaxis dirigida. Esta puede ser corta (2 o 3 semanas después del trasplante) o larga (3 meses o más).
- Tratamiento precoz. Conlleva la administración de fármacos antivirales antes de que aparezca la enfermedad. Solo se lleva a cabo si las analíticas han desvelado que existe un riesgo importante de infección y si se sabe que los fármacos van a ser especialmente efectivos.
¿Qué puedes hacer tú?
Para evitar en la medida de lo posible la infección por citomegalovirus:
-Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón, especialmente antes de cada comida y después de ir al baño.
- Evita el contacto con personas que presentan signos de infección.
- Asegúrate de que nadie más usa tus enseres de aseo.
- No compartas alimentos o bebidas con otras personas. A través de los vasos y utensilios de cocina puedes infectarte con virus como este.
- Al menos durante los dos primeros meses evita en la medida de lo posible los sitios cerrados y concurridos. Lugares como iglesias, cines, teatros, centros comerciales y medios de transporte públicos son el mejor caldo de cultivo para los gérmenes.
- Practica sexo seguro y usa preservativo en tus relaciones sexuales.
FONTE: AQUI
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