Owen Stark permanece a la espera de un trasplante en un hospital de Missouri, en EEUU.
Owen Stark tiene dos años y es el paciente más joven del mundo que vive con un pulmón artificial, según publican los medios 'online' de EEUU. El pequeño, que sufre una severa hipertensión pulmonar, sufrió diez paros cardíacos antes de que los médicos le salvaran la vida 'in extremis'. Ahora espera un trasplante.
A pesar de todo lo que ha pasado, Owen luce sonriente. Los médicos del hospital le pusieron un pulmón artificial fabricado en Alemania para revivirlo. Por el momento, se mantiene estable y puede esperar varios meses a que llegue el trasplante de pulmón.El Dr. Mark Grady, un cardiólogo pediátrico en el Hospital St. Louis declaró, el pasado miércoles, que la operación le salvó la vida.
El padre de Owen, Justin Stark, propietario de empresa de la construcción, dijo que se dieron cuenta de que el estado de su hijo se agravaba por día. No quería comer y a menudo tenía una fiebre o estaba destemplado.
Los primeros médicos que lo vieron pensaron que estaba resfriado o sufría un problema renal, pero Owen se desplomó en una juguetería el pasado 10 de junio. Fue trasladado de urgencia a un hospital de Columbia y de ahí, por su gravedad, en avión hasta otro de St. Louis.
Owen fue diagnosticado finalmente de hipertensión pulmonar idiopática. Esta condición es rara en niños, explicó Grady, por ello la extrema gravedad de la intervención.
Fue tratado con oxigenación Extra Corporal, pero este tratamiento puede dañar órganos del niño, así que el equipo de trasplantes del hospital pidió a la Food and Drug Administration (FDA) autorización para usar una medicación prohibida en EEUU en niños tan pequeños y la colocación de un pulmón artificial.
El ente estadounidense sólo da la autorización para colocar un dispositivo de ese tipo a un niño de esa edad por "uso compasivo" y así fue como único lo permitió. Owen no tenía otra opción en ese momento, dijo el padre del pequeño.
El dispositivo funciona,mientras el niño está a la espera de un pulmón compatible para realizar el trasplante. Los médicos están sorprendidos, no obstante, sobre la forma en que Owen ha respondido al tratamiento.
Los órganos del niño funcionaron tan bien que aunque su estado es delicado, los médicos consideran que puede esperar sin tanta prisa un órgano compatible.
El pequeño sigue necesitando un trasplante, porque su condición es irreversible, pero su evolución sigue siendo sorprendente para los médicos. El niño podrá ir a casa en un mes.
A pesar de todo lo que ha pasado, Owen luce sonriente. Los médicos del hospital le pusieron un pulmón artificial fabricado en Alemania para revivirlo. Por el momento, se mantiene estable y puede esperar varios meses a que llegue el trasplante de pulmón.El Dr. Mark Grady, un cardiólogo pediátrico en el Hospital St. Louis declaró, el pasado miércoles, que la operación le salvó la vida.
El padre de Owen, Justin Stark, propietario de empresa de la construcción, dijo que se dieron cuenta de que el estado de su hijo se agravaba por día. No quería comer y a menudo tenía una fiebre o estaba destemplado.
Los primeros médicos que lo vieron pensaron que estaba resfriado o sufría un problema renal, pero Owen se desplomó en una juguetería el pasado 10 de junio. Fue trasladado de urgencia a un hospital de Columbia y de ahí, por su gravedad, en avión hasta otro de St. Louis.
Owen fue diagnosticado finalmente de hipertensión pulmonar idiopática. Esta condición es rara en niños, explicó Grady, por ello la extrema gravedad de la intervención.
Fue tratado con oxigenación Extra Corporal, pero este tratamiento puede dañar órganos del niño, así que el equipo de trasplantes del hospital pidió a la Food and Drug Administration (FDA) autorización para usar una medicación prohibida en EEUU en niños tan pequeños y la colocación de un pulmón artificial.
El ente estadounidense sólo da la autorización para colocar un dispositivo de ese tipo a un niño de esa edad por "uso compasivo" y así fue como único lo permitió. Owen no tenía otra opción en ese momento, dijo el padre del pequeño.
El dispositivo funciona,mientras el niño está a la espera de un pulmón compatible para realizar el trasplante. Los médicos están sorprendidos, no obstante, sobre la forma en que Owen ha respondido al tratamiento.
Los órganos del niño funcionaron tan bien que aunque su estado es delicado, los médicos consideran que puede esperar sin tanta prisa un órgano compatible.
El pequeño sigue necesitando un trasplante, porque su condición es irreversible, pero su evolución sigue siendo sorprendente para los médicos. El niño podrá ir a casa en un mes.
Sem comentários:
Enviar um comentário