La conmemoración del 20.º aniversario del primer trasplante de corazón en Galicia reunió ayer en el Chuac a prácticamente todo el equipo que intervino en aquella operación. Al acto se sumaron el presidente de la Xunta y la conselleira de Sanidad, así como el coordinador nacional de trasplantes, Rafael Matesanz.
La gratitud hacia las familias que acceden a donar los órganos de sus seres queridos fue una constante en las intervenciones, en las que se puso de relieve la labor de los profesionales que han intervenido en los más de 4.000 trasplantes que suma ya el centro coruñés, 623 de ellos de corazón.
El jefe de cirugía cardíaca, José Cuenca, destacó los logros, pero planteó nuevos retos, en especial la puesta en marcha del programa de asistencia ventricular mecánica, o corazón artificial. Alfonso Castro Beiras, responsable del área de corazón, subrayó que «el programa de trasplantes nos ha dado un ADN colectivo», y Antón Fernández, coordinador de trasplantes del Chuac, recordó la labor de «todos los trabajadores de la sanidad gallega» para hacer posible que los recambios vitales lleguen a su destino. Por su parte, Matesanz recordó que en 1991 «solo se trasplantaba en Madrid y Barcelona», y destacó la innovación que impulsó el centro coruñés, hoy «puntero internacionalmente».
El hospital coruñés, «a pesar de ser el noveno de España en empezar con los trasplantes, es hoy el tercero en número», recalcó Núñez Feijoo, quien cerró el acto aludiendo al 20.º aniversario como la demostración de que «no hay conquista más importante que el sistema sanitario que hemos heredado» y que, en su opinión, «debemos blindar». En este sentido, el presidente de la Xunta sostuvo que «una gestión eficiente es la única posibilidad y garantía de que ninguna vicisitud pueda impedir que sigamos logrando nuevos retos» y situó el catálogo de medicamentos como «la aplicación práctica de esta convicción».
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