En el 2011 se alcanzó el récord de implantes de riñón y páncreas.
Los 146 trasplantes de riñón y 11 de páncreas realizados el año pasado fueron la cifra máxima de injertos de esos órganos desde que en 1981 empezó a realizarse esta cirugía en Galicia. Además, se implantaron 80 hígados, 36 pulmones y 18 corazones, en total 291. En tres décadas de actividad trasplantadora se contabilizan 5.759. Los datos los facilitaron la gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), Nieves Domínguez, y el director de la Oficina de Coordinación de Trasplantes autonómica, Jacinto Sánchez.
A finales del año pasado había 417 pacientes en lista de espera para un trasplante: 346 demandan un riñón, 41 un hígado, 19 un pulmón, 7 un páncreas y 4 un corazón.
En el caso del riñón destacaron 24 trasplantes procedentes de donante vivo en el 2011, cifra superior en cuatro puntos respecto a la media española.
Todos los trasplantes se realizaron en los hospitales públicos de A Coruña (221) y Santiago (70). En Galicia se captaron 87 donantes de órganos, en la mayoría de los hospitales del Sergas y en Povisa. Se contabilizaron además un 29% de negativas familiares: para reducir esta cifra se promueven iniciativas que inciden en la formación e información desde la etapa escolar, y se cuenta con colaboración de la Iglesia, pues parte de ellas argumentan motivos religiosos, afirmó Domínguez.
En todo caso, la tasa gallega es de 31,2 donaciones por millón de habitantes, superior a la media europea, de 18,1; aunque inferior a la española, que alcanza las 35,3.
Más mayores y ningún niño
La gerente del Sergas resaltó el aumento de trasplantes de órganos en un 3,4 %, a pesar de disminuir la mortalidad en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales.
Respecto a la edad de los donantes, el año pasado por vez primera no hubo ninguno de edad pediátrica. Y sigue en aumento la edad media, que alcanzó los 60,5 años: más del 70 % tenían 50 y más años; un 23 % superaban los 75 años; e incluso hubo donantes de más de 80 años. Solo un 4,6 % de los donantes eran menores de 30 años.
Si el estado de los órganos es bueno, no hay problema en utilizarlos para un injerto. Incluso puede darse el caso de que estén en mejor situación los procedentes de una persona fallecida de edad avanzada que los de otra más joven, si aquella ha tenido una mejor calidad de vida.
Se acentúa asimismo la tendencia a que los órganos procedan de una muerte por accidente cerebrovascular, como ocurrió en el 71,2 % de los casos. Y disminuyen los de personas accidentadas de tráfico: en el año 2.000 eran el origen del 19,4 %, casi una de cada cinco donaciones, pero se han reducido hasta el 5,7 % en el 2011.
Más de 82.000 personas están dadas de alta en Galicia como portadoras del carné de donante. El año pasado se han contabilizado 4.747 altas, la mayoría de mujeres jóvenes.
Elevada supervivencia
Jacinto Sánchez destacó la elevada supervivencia de las personas trasplantadas. A los 5 años es de más del 90 % de quienes reciben un nuevo riñón, y más del 80 % de quienes tienen el injerto de un hígado. A los 10 años se supera el 50% de supervivencia, indicó.
Además de órganos, los hospitales gallegos también trasplantan córneas, hueso, membrana amniótica y otros tejidos. Se injertan entre 5 y 7 tejidos por cada órgano, y el año pasado se superaron el millar de tejidos injertados, en varios centros públicos y privados, aunque los datos no están todavía cerrados, indicó el director de la oficina de coordinación de trasplantes gallega. Otras personas donan su cuerpo a la Facultad de Medicina para que puedan realizar prácticas el alumnado que allí se forma.
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