Con esta técnica las células madre se obtienen del cuerpo del paciente, no de embriones. (Corbis) |
La investigación con células madre no deja de arrojar resultados sorprendentes. Quince meses después de que un grupo de cirujanos suecos, dirigidos por Paolo Macchiarini, exdirector del Hospital Clinic de Barcelona, consiguiese realizar con éxito el primer trasplante de un órgano sintético -concretamente una tráquea-, la‘clonación’ de partes del cuerpo más complejas para implantar, como riñones, hígados o corazones, comienza a ser una realidad.
Estos avances están llamados a revolucionar el mundo de la medicina porque, como explica el propio Macchiarini, se trata de “aprovechar los mecanismos de regeneración de las células madre para que produzcan por su cuenta los órganos dañados”. Las investigaciones todavía se encuentran en fase experimental y, aunque todavía queda un largo camino por recorrer, el optimismo de la comunidad científica es unánime.
El primer paciente al que se le implantó una tráquea bioartificial, Andemariam Teklesenbet Beyene, ya ha vuelto a hacer vida normal, sale a correr con frecuencia e incluso ha tenido un hijo, a pesar de que estaba terminal y sus médicos le dieron una esperanza de vida de escasas semanas. Durante este año y tres meses Macchiarini ha realizado tres operaciones similares cuyos “los implantes están funcionando bien”, añade el cirujano torácico. La lista de pacientes en espera es cada vez más larga.
Beyene ni siquiera ha tenido que medicarse para evitar el rechazo del nuevo órgano, puesto que contiene sus propias células. “Después de 27 años de trabajo y dudas, ahora puedo confirmar que el implante de órganos bioartificiales ya es posible”, afirma Joseph Vacanti, director del Laboratorio de Ingeniería de Tejidos y Fabricación de Órganos en el hospital de Massachusetts y uno de los pioneros en este campo de estudio. Lo que hace escasos años no era más que materia de ciencia-ficción, ahora se ha convertido en una realidad sobre la que trabajan los laboratorios más punteros de todo el mundo.
Ventajas e inconvenientes
Las ventajas de la medicina regenerativa para los trasplantes son múltiples. Las dos principales son que ni se necesita esperar a un donante compatible con el paciente, ni se corre el riesgo de que el sistema inmune del receptor lo rechace. Estos órganos poco o nada tienen que ver con otros avances previos como los corazones artificiales, puesto que estos últimos no dejan de ser sofisticados artilugios artificiales, mientras que ahora son de origen biológico.
La popularización de estas nuevas técnicas tiene como principal inconveniente los altos costes del proceso, que se elevan a cerca de los 400.000 euros. Otro de los problemas, aunque de menor envergadura, es el rechazo de los denominados “andamios sintéticos” (compuestos que actúan como estructuras de apoyo para mantener las células madre en su lugar), pues como cualquier objeto extraño al cuerpo causa tejido cicatricial (ocasionando leves efectos secundarios). Los nuevos métodos con los que se está experimentando ya no necesitan este tipo de andamios.
Una solución que evita la destrucción de embriones
Los problemas éticos que acompañan a la investigación con células madre obtenidas de embriones se solucionan completamente en estos casos, puesto que se obtienen del propio paciente y, por tanto, no es necesario destruir ningún embrión. En el caso concreto de Beyene las células madre se extrajeron de su médula ósea para posteriormente colocarlas en una solución nutritiva. “Es como hilvanar a un pavo”, explicaba gráficamente en aquel momento a los medios de comunicación el doctor Macchiarini.
Los constantes éxitos del padre de la medicina regenerativa, a partir de células madre, unidos a su formidable altruismo, lo han llevado a crear el pasado mes de febrero la fundación sin ánimo de lucro Change a life-Regenerate a life para ayudar a financiar este tipo de operaciones a los pacientes sin recursos.
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