Crespo presentó ayer los resultados de insuficiencia cardíaca. C. QUIAN |
El Área del Corazón del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña participa en un proyecto para probar un nuevo marcador del rechazo en trasplantes cardíacos, de modo que será posible detectar que el órgano injertado no está siendo aceptado por el receptor antes de que presente síntomas con un análisis de sangre y sin necesidad de realizar, como hasta ahora, biopsias del miocardio.
El proyecto fue dado a conocer ayer por Marisa Crespo Leiro, directora de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada y Trasplante de Corazón del Chuac, que tomó parte en el curso de formación continuada en cardiología que se desarrolla en el hospital coruñés.
Junto al Chuac, el único centro de España integrado en el proyecto, toman parte en la aplicación del marcador trece hospitales de Europa, uno de Canadá y dos de Estados Unidos. Crespo explicó que la principal ventaja de disponer de una prueba no invasiva para el rechazo, con la que se analiza la expresión de once genes, radica en que se evitan los riesgos asociados con la técnica de la biopsia, así como los falsos negativos y la variabilidad en la interpretación de los resultados, además de permitir anticipar los ajustes del tratamiento inmunosupresor para impedir el fallo del órgano. El nuevo marcador sanguíneo se aplicará en el seguimiento de los pacientes estables y con función cardíaca normal para sustituir las biopsias entre el sexto y mes y el doce tras el trasplante, por lo que se evitarán una media de tres cateterismos por enfermo.
El plan para incorporar el marcador es una de las iniciativas que desarrolla la unidad que dirige Crespo, puesta en marcha hace tres años en el Chuac para todos aquellos pacientes candidatos a terapias especiales, desde cirugía ventricular hasta dispositivos como marcapasos o desfibriladores e incluso el trasplante, de forma que se coordinan citas inmediatas para resolver descompensaciones y evitar ingresos y se reprograman tratamientos en función de las necesidades que se detectan en cada caso. Según detalló Crespo, la unidad ha llevado a cabo alrededor de 10.500 consultas, casi 3.000 de ellas por telemedicina, y los resultados reflejan mejoras importantes, sobre todo para la calidad de vida de los afectados: «El paciente, con el tratamiento correspondiente, mejora la contractibilidad del corazón, sus síntomas e incluso algunos enfermos remitidos para trasplante no han llegado a necesitarlo solo ajustándole el tratamiento farmacológico o resincronizador», recalcó la cardióloga.
Registro europeo
Los especialistas contarán en breve con mucha más información acerca de la aplicación y necesidad de recursos, y las características de los pacientes con esta patología, que afecta al 4 % de la población general e incrementa su incidencia a medida que avanza la edad, puesto que en abril está previsto disponer de los datos del Registro Europeo de Insuficiencia Cardíaca, que coordina en España la propia Crespo Leiro.
El estudio, en el que participan 29 hospitales españoles, se inició en mayo del 2012 y se desarrolla reuniendo hasta 200 variables diferentes de los pacientes que ingresan con insuficiencia cardíaca avanzada una vez a la semana, que en el Chuac son una media de cinco. Hasta ahora, el centro coruñés es el que más enfermos ha incluido en el registro, un total de 287.
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